Cuando falla una correa de distribución, varios componentes críticos del motor pueden verse afectados. Estas son las partes clave que podrían verse afectadas:
Válvulas: Cuando falla una correa de distribución, se pierde la sincronización entre el árbol de levas y el cigüeñal, provocando que el árbol de levas deje de girar. En un motor de interferencia, esto significa que los pistones, que continúan moviéndose debido a la inercia del cigüeñal, pueden chocar con las válvulas que permanecen abiertas. Esta colisión puede doblar o romper las válvulas, provocando una pérdida de compresión en los cilindros afectados. La reparación de este daño generalmente implica quitar la culata, reemplazar las válvulas dañadas y posiblemente mecanizar los asientos de las válvulas para garantizar un sellado adecuado. En casos severos, es posible que sea necesario reemplazar toda la culata.
Pistones: Los pistones pueden sufrir daños importantes cuando chocan con válvulas abiertas. Esto puede manifestarse como abolladuras, grietas o agujeros en las coronas de los pistones. Dicho daño puede afectar la capacidad del pistón para comprimir adecuadamente la mezcla de aire y combustible, lo que provoca una pérdida de potencia y eficiencia. Reparar o reemplazar pistones dañados generalmente requiere un desmontaje completo del motor, donde se desmonta el bloque del motor, se inspeccionan los pistones y se reemplazan los dañados.
Culata: La culata puede sufrir daños cuando los pistones golpean las válvulas. Este impacto puede provocar grietas o deformaciones en la cabeza, lo que puede provocar fugas de refrigerante y aceite, así como pérdida de compresión. La reparación de una culata dañada puede implicar soldar grietas, repavimentar la culata para garantizar que esté plana y realizar pruebas de presión para detectar fugas. En los casos en que el daño sea demasiado grave, es posible que sea necesario reemplazar la culata por completo. Este proceso implica mano de obra y costos importantes, ya que requiere la extracción y reinstalación de la cabeza, además de volver a apretar los pernos de la cabeza según las especificaciones correctas.
Árbol de levas: La parada brusca del árbol de levas debido a un fallo de la correa de distribución puede ejercer una fuerza excesiva sobre el árbol de levas y sus cojinetes. Esto puede provocar la rotura del árbol de levas o daños en los cojinetes del árbol de levas. Es posible que sea necesario reemplazar un árbol de levas roto y los cojinetes dañados pueden requerir una revisión completa de la culata del cilindro, incluido el reemplazo del árbol de levas y sus cojinetes y sellos asociados. Garantizar una alineación y lubricación adecuadas durante el reensamblaje es fundamental para evitar problemas futuros.
Tensor de correa de distribución y poleas: El tensor de correa de distribución y las poleas mantienen la tensión y alineación correctas de la correa de distribución. Una falla repentina de la correa de distribución puede dañar estos componentes, provocando una pérdida de tensión y desalineación. Reemplazar el tensor y las poleas es esencial para evitar futuras fallas en la correa de distribución. Este proceso implica retirar los componentes antiguos, instalar otros nuevos y garantizar la tensión y alineación correctas de la nueva correa de distribución.
Cigüeñal: En casos extremos, la fuerza ejercida por un fallo de la correa de distribución puede dañar el cigüeñal o sus cojinetes. Este daño puede alterar el equilibrio y el buen funcionamiento del motor, provocando vibraciones y posibles daños mayores. Reparar o reemplazar el cigüeñal implica un desmontaje completo del motor, una inspección de los muñones del cigüeñal y el reemplazo de los cojinetes dañados. Este proceso es complejo y requiere mediciones y ensamblaje precisos para garantizar el funcionamiento adecuado del motor.